04 agosto, 2008

DEJAD DE QUERERME



Mi primo australiano y yo (soñando que soy otro)

Una visita masculina ha trastocado mi mundo últimamente. Resulta que un primo, al que nunca había visto antes, ha pasado un par de días en casa con mi madre (y el resto de Las Chicas de oro de las que es imposible escapar) y conmigo. La verdad, han sido 2 días estupendos. De los más felices que recuerdo… Eso de tener compañía masculina en casa (a parte de Nosfe, claro) ha sido toda una experiencia.

Mi primo es un tío alto y guapo que tiene un éxito con las mujeres que tira de espaldas. ¡Jo, es la leche! Sólo viendo cómo anda, ya sabes que es un tipo que se puede comer el mundo, que puede hacer lo que le dé la gana. No sé muy bien a qué se dedica, sólo sé que ahora está viajando por el mundo y que ha decidido pasar a vernos en una de sus paraditas por Europa. No hemos estado mucho tiempo juntos porque Las Chicas de oro le han tenido bastante monopolizado, pero los momentos en que he podido disfrutar de su compañía han sido geniales. ¡Jo, lo de tener conversaciones de hombres es alucinante! Me ha dado muchos consejos sobre cómo ligar y me ha dicho que me olvide de mi amiga agorafóbica. Dice que cuanto más le vaya yo al detrás, menos interés tendrá ella en mí (ya llevo un día y medio sin llamarla). Incluso me ha enseñado algunos truquillos sobre cómo hablar con las chicas. Espero poder ponerlos en práctica algún año de estos (este verano con Maggie y mi madre flanqueándome dudo que se me acerque ninguna chica).

El caso es que esta mañana en “Enigma” (la tienda esotérica en la que curro) me he sorprendido a mí mismo fantaseando con la idea de ser un tipo interesante y carismático, como mi primo australiano. Sí, la verdad es que cambiar de vida, romper con todo y convertirme en otra persona sería la leche. La fantasía ha llegado a su fin bruscamente cuando he visto en el espejo a un tipo desgarbado y con acné enfundado en una estúpida bata de color naranja.

Supongo que fue eso lo que me gustó de “Dejad de quererme”; un tipo que se cansa de su vida y quiere romper con todo.

Sinopsis va sinopsis viene: Un publicista cuarentón un buen día decide romper con su idílica vida (un buen curro y una familia perfecta incluidos en el pack) que, de pronto, le parece vacía y absurda.


El problema principal de este film es que me interesaba mucho más el conflicto de un tipo que se harta de su vida, que se aburre y decide dejarlo todo que el conflicto real que se desenmascara en el desenlace. Así que cuando se produce el giro hacia otros lares me siento engañado. Para mí la película se desinfla y la tensión dramática da un bajón.

El arranque del film es estupendo. La secuencia inicial (el protagonista manda a la mierda con mucha gracia y con un pareado a un cliente insoportable) es muy buena y yo me engancho de inmediato y empatizo con este tipo, Antoine (interpretado por un muy creíble Albert Dupontel, al que recordaba de “Odette”), que parece atreverse a decir lo que el resto no se atreve, que parece ser el único cuerdo en un mundo demasiado absurdo.


Tras librarse de sus ataduras laborales, sigue la ruptura familiar que tiene como colofón una estupenda secuencia; la cena con los amigos para celebrar su cumpleaños. Ésta es probablemente la secuencia más memorable del film en la que, con unos diálogos cargados de mala leche, Antoine se despacha a gusto con sus amistades y no deja títere con cabezón. Sin embargo, dado que me he criado junto a Las Chicas de oro no puedo evitar tener una especie de radar para detectar el tufillo machista y en este film hay cierto tufillo de ése. En la secuencia de la cena de cumpleaños las críticas a sus amigos masculinos se centran en lo laboral mientras que las críticas hacia las amigas son de carácter personal e incluso hay una secuencia en la bodega de la casa que me parece gratuita y poco afortunada. Creo que se podría haber conseguido el mismo efecto de tensión creciente sin tener que recurrir a un estereotipo tan manido. No sé, tampoco creo que un cineasta deba limitar su creación para ser políticamente correcto ni nada parecido, es sólo que hay ciertos estereotipos y lugares comunes que me parecen rancios y gratuitos y que creo que hay que detectarlos y masticarlos antes de engullirlos.


En “Conversaciones con mi jardinero”, film que me pareció más redondo y en el que creo que Jean Becker se desenvolvía con mayor soltura, también había ciertas pinceladas machistas (como la joven desnuda que aparece casi como un elemento decorativo en el jardín). Sin duda, Becker refleja bien las crisis masculinas pero, a su vez, deja relegado el universo femenino a algo estereotipado, vacío e incluso meramente decorativo.



Resumiendo: Éste es un film notable en su conjunto con buenos diálogos (corrosivos y a la vez naturales, suenan creíbles) y un estupendo protagonista (muy bien interpretado por Dupontel), pero el hecho de que se divida en dos partes tan claramente diferenciadas y el hecho de que el conflicto de arranque se acabe transformando en algo, en mi absurda opinión, mucho menos interesante y más tópico le restan potencia al film que arranca muy bien pero pierde fuerza en la segunda parte.

Además, a mí este tipo de films con un guión de sorpresa final no me entusiasman, la verdad. Me pregunto si no habría sido mejor que el espectador supiera desde el principio lo que realmente le pasa al protagonista, creo que la tensión dramática habría sido mayor y el personaje habría tenido más fuerza, más profundidad ya que para mí se deshincha cuando te das cuenta de que todo era un engaño, que la peli no va de lo que creías.



Todo queda perfectamente hilvanado al final, todo encaja, pero yo me quedo desinflado, con cierta decepción, porque el conflicto real es de menor intensidad (mucha carga dramática pero también muy tópico, todo hay que decirlo) que el de arranque (poco tratado y con el que yo me identifico hasta el infinito y más allá).

No sé, quizás lo que me pasa es que me siento vacío porque mi primo australiano ya se ha ido y ahora vuelvo a estar solo ante el peligro. Supongo que ha sido bonito mientras ha durado, aunque ahora sólo puedo sentirme de una forma: desinflado.

“Dejad de quererme” (2008)
Dirección: Jean Becker
Guión: Eric Assous, François D’Epenoux y Jean Becker

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Hurm, muy interesante blog. Sobre todo porque trata de una de mis temáticas favoritas: CINE.

Y no un cine cualquiera, sino aquél que vemos sólo unos pocos.

Apuntado quedas Gaurdián, te visitaré de vez en cuando. Y no metas más ideas sindicalistas ni reaccionarias a mi mayordomo que hoy me ha traído la tostada sin untar.

Anónimo dijo...

Hola.
Por fin volví, no llegué a Panchitos jops y me quedé sin galletitas.
Con Chucky todo bien, parece más calmado.
Tiff

El Guardián de la fila 8 dijo...

Nos tenías preocupados, Tiff.
Me alegra volver a verte por aquí.
Quedan galletas en el horno. Podemos indigestarnos antes de ir a dormir, si quieres. Ah, ¡trae la malta!
El Guardián, pelín melancólico hoy.

El Guardián de la fila 8 dijo...

Amigo Qluraqan:
Tienes un sitio reservado en el sofá azul para cuando te apetezca.
Mis respetos,
El Guardián

Anónimo dijo...

*Andrés entra y se sienta en el sofá azul, evitando distraer a Nosfe*

He estado leyendo alguna de tus reflexiones tontorronas, y son geniales. La verdad es que a primera vista, creo que tenemos unos gustos parecidos. Esta película es la más llamativa de los estrenos del pasado fin de semana (La momia? Qué es eso?). Sin duda alguna la veré, pero quién sabe cuando. Soy un alma ocupada. No tengo casi tiempo para ver cine, y mucho menos para ir AL cine... con decir que la última película que vi en la gran pantalla fue 'American Gangster', hacia finales de Febrero, coincidiendo con mi cumpleaños... la verdad es que tengo muchas películas pendientes de este año, y tú has visto una gran cantidad de las que quiero ver, vaya envidia. Esperaré impaciente ver lo que opinas de 'Dejad de quererme' ^^

Un saludo, y gracias por poner un sofá tan cómodo y una música tan agradable de fondo ;) Me voy sin mirar a Nosfe a los ojos.

El Guardián de la fila 8 dijo...

Amigo Andrés:
No sabes cuánto me gusta que te parezca cómodo el sofá azul. Además, te aseguro que puedes levantar los cojines sin miedo a encontrar un cadáver. No sé, a mí me da por pensar qué esconde la gente ahí...
Espero verte pronto de nuevo por estos lares, aunque seas un alma ocupada.
Haces bien no mirando a Nosfe a los ojos, a veces es pelín susceptible (lo de estar disecado le acompleja un poco).
Un abrazo desde el No Mundo,
El Guardián

Anónimo dijo...

Comodísimo. Y espero probar dentro de poco una de esas galletas tan famosas por aquí ;) Nosotros en The Lost Boys también hicimos un "concurso" parecido :D pero no repartíamos galletas. Puede ser una buena opción, la verdad. Esperamos hacer el concurso otra vez dentro de poco (tal vez para Septiembre). Mira, aquí puedes ver las pelis que pusimos: http://thelostboys.es/?page_id=1161
Como somos 3, nos repartimos 5 pelis para cada uno, y nos ibamos alternando :P lógicamente, nosotros no participábamos. Esperamos verte por el siguiente Concurso cinéfilo que organicemos ;) (aunque no sé si será de series en lugar de películas, aún tenemos que hablarlo).

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Hola
Traje malta de fresa como el otro día y además de limón, para el calor. Creo q desharé ya la mochila porque estoy tranquila en casa, Chucky hasta hace la comida!
Muchas gracias por acogerme cuando se pone así de tonto.
Tiff

El Guardián de la fila 8 dijo...

Amigo Andrés:
Me encantará participar en vuestro concurso cuando lancéis la nueva temporada ;). Aunque, la verdad, no veo muchas series de TV. Las Chicas de oro me tienen frito, ¡nunca me dejan ver nada decente!
Espero que compartamos una merendola con galletas recién hornadas pronto. El viernes haré el lanzamiento de pistillas chorras...
Un abrazo desde el sofá azul,
El Guardián y Nosfe (dormido pero con los ojos muy abiertos)

El Guardián de la fila 8 dijo...

Querida Tiff:
Ya sabes que ésta es tu casa, ya conoces el escondite secreto de las galletas y de los ojos de repuesto de Nosfe ;)
Un abrazo desde el sofá azul,
El Guardián

Anónimo dijo...

Hola:
Se que llevo mucho sin aparecer por aquí pero últimamente las cosas se complican cuando menos lo esperas. Echaba de menos a Nosfe y espero que el a mi también, aunque tenga amigos nuevos...
Espero poder intervenir más a menudo aunque, como muchos de los de aquí, el cine nos quede lejos.

El Guardián de la fila 8 dijo...

Querida Nuria:
Claro que te hemos echado de menos. Nosfe dice que no, pero es que es muy rencoroso (la taxidermia tiene muchos efectos secundarios, no te la aconsejo).
El viernes habrá lanzamiento de pistillas, espero que te animes a jugar.
Estamos muy contentos de que hayas vuelto por estos lares (Nosfe dice que no. La verdad, no sé si te va a perdonar. Igual si le rascas la barbilla...).
Un abrazo desde el sofá azul,
El Guardián

Anónimo dijo...

Querido Nosfe:
Si crees realmente necesario que te rasque la barbilla para conseguir tu perdón lo haré, será un "placer", incluso creo que sería capaz de acariciarte el lomo si lo permites.
Besitos a los dos.

El Guardián de la fila 8 dijo...

Querida Nuria:
Nosfe no puede teclear (debido a su estado pelín estático) pero, en su nombre, te digo que la idea de que le acaricies el lomo le ha hecho dar saltos de alegría (es un decir).
Un abrazo desde el sofá azul,
Nosfe y El Guardián

Anónimo dijo...

jajaja!
hola guardián, acabo de llegar a tu blog(hace 1 ratillo) a través de otro blog y me han llamado mucho la atención tus monólogos y los comentarios llenos de humor ácido que haces sobre las pelis que ves. la verdad es que a mi el cine tambien me gusta mucho y algunas de las pelis que has comentado también las he visto yo (pero como ya hacia tiempo que estaban comentadas me parecia un poco mal hacerlo ya a estas alturas :S), asi que me limitare a comentar las pelis de las que hables siempre que pueda (sin que los estudios salgan perjudicados con esto).
Bueno, solo queria pasar a saludar por aqui y mandale saludos a Nosfe de mi parte (aunque he de decir que los gatos no son mucho de mi agrado pero tengo 1 excusa ya que pas´´e por una experiencia un tanto traumatica de pequeña con la gata de la vecina :S)
por cierto, me recuerdas muchisimo a un amigo que tengo ( por lo menos en la forma de hablar,ya que fisicamente no se como eres) y unas curiosidades (esque soy muy curiosa, que le vams a hacer) si no te importa responderlas,claro; de donde eres?? y tienes de verdad 16 años?? si es así admiro tus elocuentes comentarios :)
besikos!!!
laura

Anónimo dijo...

El domingo sucedió algo inusual, ¡fui al cine!, después de mucho tiempo sin ir (mi última película en el cine creo que fue El Rey León). Siempre suelo ir con el mismo "amigo" y me sorprendió gratamente cuando me dijo que nos tocaba la fila 8 asientos 11 y 12; ¿fila 8? le pregunté, fila 8 como siempre, dijo él.

El Guardián de la fila 8 dijo...

Querida Laura:
No te cortes comentando pelis, da igual lo antiguas que sean las entradas. Me encanta leer los comentarios de la gente que se sienta en el sófá azul. ¡Por favor, por favor, comenta sin pudor!
Te aseguro que Nosfe es inofensivo (sería un milagro que pudiera mover el bigote).
Por lo que dices de los estudios, podríamos tener la misma edad e incluso ir al mismo insti. Para preservar mi integridad física (si los tíos de mi clase se enteraran de lo de mi curro, mi virginidad y todas mis movidas que yo cuento aquí gracias al anonimato, sería un suicidio social y físico), te responderé a tus preguntas si me mandas un mail a mi correo. No sé si me entiendes, pero la vida de un adolescente delgaducho puede complicarse fácilmente...
Un abrazo desde el sofá azul y gracias por pasarte un ratillo por esto lares,
El Guardián

El Guardián de la fila 8 dijo...

Querida y enigmática Nuria:
Ya era hora que volvieras al cine. ¿Te da miedo la oscuridad por si hay algún viejo verde al acecho?
Prometo protegerte de todos los peligros (señoras con pelucones cardados incluidas) siempre que sigas sentándote en la fila 8 con tu "amigo".
Un abrazo desde el No Mundo y un guiño pelín imperceptible de Nosfe.

V. mismamente dijo...

Hoy ha amanecido lloviendo mucho, tanto que he tenido la sensación de que no iba a llover más. Como si fuera el último chaparrón. Y de pronto, como si nada, el día ha cambiado y aunque frío, ha sido un día magnífico.

Y en este día lluvioso y frío me encuentro con la perspectiva tentadora de pensar en ser otro u otra, según el caso. Yo no querría ser otra, estoy segura, y prefiero reservar las energias que puedo gastar pensando en quién podría ser en ser mejor pero siendo yo, claro. Uf, esto empieza a sonar a autoayuda barata, pero es lo que creo, de verdad.

Aunque... puesta a elegir, no me importaría ser capaz de decir las cosas claras, como el protagonista que describes, ser capaz de mandarlo todo al carajo ¿y quién no? Reunir todo el valor necesario y liarse la manta a la cabeza...

Pensándolo bien, a lo mejor, la de esta mañana era definitivamente la ultima tormenta, ¿quién sabe?

V.

Anónimo dijo...

Acabo de ver la película y he leído tu comentario.
Me parece bien lo que expresas porque corresponde a una situación personal que no se refleja en el film. Es evidente que preferirías que hubiera ido por los derroteros de la huida y desprecio de lo habitual, de lo de siempre, del "bien parecido"...Pero a mí me parece soberbio el final de la película: la enfermedad personal y cómo afrontarla en el entorno social en que le ha tocado vivir. Puede tener muchas opciones pero ha escogido una, la suya, la que no implica a los demás. Es una más, pero la misma que escogemos muchos en situaciones parecidas, no tan dramáticas como la enfermedad-muerte.
Gracias de todos modos.
Txema

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