28 septiembre, 2008

Panchitos y galletitas (XVII)

A ver quién adivina qué película se esconde tras las pistillas chorras.
Advertencia para precogs: Llevo un sombrero de papel de aluminio para que no me leáis la mente.
1- ¡Qué día tan estupendo y qué lugar tan encantador con todas esas casitas con jardín!
2- Todos llevamos dentro un detective deseando salir. Sólo falta encontrar el detonante adecuado y... ¡Zas, ahí está Colombo al ataque!
3- Qué cosas tan raras se ven cuando te escondes en un armario...
4- En el lado oscuro de la ciudad hay una mujer de voz aterciopelada.
5- ¡Qué mal envejecen algunos moteros!
¡ENHORABUENA, PROMETEO!

La peli que estaba acurrucada tras las pistas chorras era "BLUE VELVET" (1986) de David Lynch.

Las Chicas de oro están de luto


¡Vaya fin de semana tristón que me están dando Las Chicas de oro! Un suspiro por aquí, una mirada vidriosa y perdida por allá...
A mí siempre me ha gustado, me parecía un actor estupendo y un buen tipo.
Desde el sofá azul, mis respetos y admiración eterna para el gran Paul Newman.

26 septiembre, 2008

Las preguntillas de Nosfe

Nosfe fija sus ojitos de cristal en una pared vacía y suelta la siguiente pregunta: ¿En qué pelis has visto el Edificio Dakota?
Cuéntale a Nosfe en qué peli has visto alguna imagen del Dakota (no vale decir "La semilla del diablo") y a cambio conseguirás información confidencial sobre el maravilloso mundo de la taxidermia casera.

23 septiembre, 2008

Vicky Cristina Barcelona


Fotos de Barcelona y un granizado de limón con un poco de sal

Al volver de la aventura por rutas salvajes me reencontré con mi amigo, el guaperas, quien me dijo que su veranito de ligoteo por Inglaterra (con el pretexto de aprender inglés, claro) había estado bastante bien. “Como tomarse un granizado de limón en una tarde calurosa, pero nada más” me dijo. Obviamente, ligar con varias chicas de no sé cuántas nacionalidades a mí no me hubiera dejado indiferente pero él dice que ha sido una experiencia de esas que ha estado bien mientras ha durado, pero ya está. No sé, a lo mejor resulta que ser un guaperas no es tan alucinante como parece. Bueno, eso nunca lo sabré. En fin, mi aventura americana con Las Chicas de Oro ha sido de todo menos como beberse un granizado en una tarde calurosa. Creo que recordaré este viaje toda mi vida y, para mi sorpresa, me parece que lo recordaré como algo extraño, único y no sé… incluso hermoso.

Después de charlar sobre nuestras aventurillas de verano nos fuimos al cine. Echaba de menos ir al cine con él y me alegraba de que, después de todo un verano, nada hubiera cambiado entre nosotros. Pedí dos butacas centraditas en la fila 8 y convencí a mi amigo para que viéramos “Vicky Cristina Barcelona” en versión original, pese a su reticencia aduciendo que "estaba hasta las pelotas de oír hablar en inglés".


Lo primero que llama la atención de este film es (dejando mis hormonas a un lado) el narrador. Esa figura pelín molesta y con un texto en ocasiones explicativo hasta el paroxismo que sólo se le puede perdonar al amigo de Brooklyn. Sin embargo, creo que este recurso es justificable pues, aunque a veces te dan ganas de estrangular al ser que emite esa vocecilla omnisciente, lo cierto es que vertebra y ayuda a dar el “tono” del film. Crea unidad a un guión al que se le notan las prisas y la inconsistencia y que parece un trabajo de patchwork con retales (preciosos, eso sí) de Barcelona, Oviedo y Avilés. Así mismo, nos cuenta con descaro los antecedentes de los personajes, lo que les gusta, lo que no y el amigo Allen se ahorra así un trabajo de profundización que, quizás, no hubiera tenido cabida en esta comedia ligerísima que creo que oculta cierta crítica hacia la mentalidad americana. Una mentalidad que, al final, sólo se interesa por lo ajeno de forma anecdótica, por encima.


Sinopsis va sinopsis viene: Dos turistas americanas (de caracteres aparentemente antagónicos) pasan el verano en Barcelona donde conocen a un pintor que incidirá en la vida de ambas. Además, se une al trío un cuarto personaje en discordia, la ex mujer del pintor.

El personaje de María Elena (la ex mujer), interpretado por una muy inspirada y arrebatadora Penélope Cruz, es el que tiene más garra de todo el film. De hecho, la peli se podría decir que empieza con su aparición ya que ella es el conflicto real pues hasta entonces todo era pelín insípido.


Dice Maggie que alguien se hace mayor cuando es consciente de que no es especial. Quizás el bueno de Woody aún se siente especial y por eso no envejece. Me recuerda a Rohmer y a su "Cuento de verano", por ejemplo. Tipos mayores contando enredos de amor juvenil. Sin embargo, a pesar de las apariencias, la frescura de esta comedia está esencial y casi únicamente en la chispa de algunos diálogos y, sobre todo, en el juego del cambio de idioma (español-inglés) entre Bardem y Cruz que añade toda una serie de matices y sorprende al espectador por lo chocante de añadir a una discusión de pareja la dificultad de que tenga que ser en inglés porque hay una tercera persona escuchando. Esto convierte la situación en algo cómico de por sí y se acaba de redondear gracias al talento de Allen y de los actores que saben jugar con el potencial absurdo y cómico de la situación. Esto me recuerda a cuando yo tenía que traducir a Maggie este verano porque nadie entendía su perfecto inglés de la BBC y eso la volvía loca pero yo le decía que no se “panicara” y nos echábamos unas risas. En fin, se ve la maestría de Allen en estas pequeñas cosas, en estos toques de genialidad o de oficio o de las dos cosas. Es evidente que el guión no es ni de largo una de sus mejores obras pero sabe cómo poner un elemento extraño en ciertas situaciones habituales y a partir de ahí crear algo nuevo con diálogos sorprendentes que son, con mucho, lo más destacable de un film muy irregular.

Resumiendo: Es una comedia para pasar un buen rato, no tiene más, es una anécdota, una risa pasajera. Como diría mi amigo el guaperas es como tomarte un granizado en una tarde calurosa. Sin embargo, hay que destacar el oficio de Allen que ha conseguido sacar adelante con maestría un guión poco conseguido y, en mi absurda opinión, poco trabajado ayudándose de buenas interpretaciones y, sobre todo, de la introducción del personaje de Penélope Cruz que es el que pone sal a un hermoso, aunque insípido, paseo por Barcelona.

Recuerdo que durante mis vacaciones con Las Chicas de Oro desayunamos un día en un pequeño pueblo llamado Goulding (en la reserva de los indios Navajos) en Monument Valley, donde se rodaban las pelis del oeste de John Wayne. Un lugar hermoso, de esos que te encojen el corazón. Bueno, pues mientras una guapísima camarera india con largas trenzas y ojos tristes (de la que me podría haber enamorado perfectamente si no fuera porque no conseguiré nunca olvidarme de aquel maldito beso con guantes de látex) nos preguntaba cómo íbamos a tomar los huevos no pude evitar oír la conversación de la mesa de atrás, molesta como una pestaña en la lentilla. Se pasaron toda la media hora que duró nuestro desayuno hablando de dinero, "de cuánto me ha costado esto, de cuánto me darían por aquello". Dinero, dinero, dinero. La sociedad americana me ha parecido profundamente materialista y pelín vacía y creo que eso también se transmite en este film, quizás por debajo pero, desde luego, ahí está. El personaje de Doug, por ejemplo. La sociedad americana (incluso en las dos turistas protagonistas) queda retratada como una sociedad bastante vacía, que se queda en la anécdota, en lo superficial. No sé, en realidad, las dos turistas americanas se vuelven a EEUU como si nada hubiera pasado. Barcelona, lo de fuera, lo que no es su mundo, es para ellas como tomarse un granizado, una anécdota, algo pasajero que, al final, no ha cambiado nada.

Vicky Cristina Barcelona (2008)
(¿Por qué diablos no hay comas? Será que alguien lo ha escrito con mucha prisa).
Dirección: Woody Allen
Guión: El amigo de Brooklyn

18 septiembre, 2008

Panchitos y galletitas (XVI)

A ver quién adivina qué película se esconde, acurrucadita como Nosfe cuando tenía movilidad, tras las pistillas chorras.
1- Ella vende periódicos y él... se mira en el espejo.

¡ENHORABUENA, MAESTRO QLURAQAN!

La peli que se escondía tras la ÚNICA pista era "Al final de la escapada" (A bout de souffle), 1959, de Jean-Luc Godard.
¡Oh, maestro Qluraqan! Acabo de sacar una NUEVA OLA de galletitas recién horneadas. Nosfe y yo te esperamos en el sofá azul.

Mi vida es un chiste

Sí, el tipo que se esconde bajo este disfraz de hombre galleta soy yo.
Álex, te estoy saludando con mi manita sin dedos.

08 septiembre, 2008

Mi vida es un chiste (Tres en la carretera)

Muchas gracias por lo bien que habéis cuidado del bueno de Nosfe. Me ha contado que le habéis rascado el mentón y que incluso le habéis quitado el polvo de sus ojillos de cristal. ¡Jo, qué detalle!
En serio, me tiembla la barbilla de emoción...



¡Ya tenía ganas de volver a sentarme en el sofá azul!

07 septiembre, 2008

Panchitos y galletitas (XV)

¡CUIDADÍN, LANZAMIENTO DE PISTAS A DISCRECIÓN!
¡Eh, señora, baje ese moño cardado! Voy a lanzar las pistas con bate. ¡Necesito desahogarme!
A ver quién es tan perspicaz como la encantadora Miss Marple. No es necesario compartir su estilismo, claro...
1- ¡Uy, a ella le ha gustado el nuevo y misterioso doctor! Qué raro, nadie esperaba que fuera un tipo tan joven.
2- Este film tiene la huella de un productor con afán de controlarlo todo y que convenció a la actriz protagonista para que aceptara el papel y se pusiera unas gafas enormes.
3- Una colaboración especial de un tipo con un bigote muy pintoresco.
4- El misterioso doctor decide refugiarse en el Empire State.
¡ENHORABUENA, RECKARD!

La peli que se escondía hecha un ovillo tras las pistas chorras era "RECUERDA" (1945) del maestro Hitchcock.

Reckard, cuando huelas a quemado, pásate a merendolear. No tardes, Nosfe se pone muy rarito cuando tiene hambre...
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