30 noviembre, 2008

Panchitos y galletitas (XXIII) "La revancha"

¡Cuidadín, lanzamiento de pistas a discreción!
Os hago saber que, ahora que he cumplido los 17, me he propuesto dejar de ser un blandengue. Os saluda el nuevo Guardián, un tipo duro de la leche.
A ver quién adivina la peli que se esconde tras las pistillas crípticas (a la par que chorras).
Por favor, señor, no intercepte las pistas con su barriga. Venga, hombre, apártese...
1- La chica es muy mona, pero no se sabe sacar partido.
2- Un reparto repletito de caras que serían muy pero que muy conocidas. Entre estos rostros se puede reconocer el de un superhéroe.
3- Esta peli es una muestra de que el ambiente familiar te marca un pelín, quieras o no (¡que me lo digan a mí!).
4- Un niño en una bici puede resultar muy molesto. Sobre todo, si es un bocazas.
¡ENHORABUENA , TAKHISIS!
La peli que se escondía tras la puertecita del desván era "CARRIE" (1976) de Brian de Palma. Una peli divertidísima con la que me identifico mucho pues yo también soy un puñetero bicho raro.


¡Cómo me gustaría tener un poquito de telequinesis! Sólo un pelin, lo justo para hacerme respetar en el instituto.

Querida Takhisis: Nosfe y yo te esperamos en el sofá azul con galletitas recién horneadas, velitas y unos cuantos cuchillos (para crear atmósfera).

27 noviembre, 2008

Panchitos y galletitas (XXII)

¡CUIDADÍN, LANZAMIENTO DE PISTAS A DISCRECIÓN!
¡Eh, señora, baje ese moño cardado! Voy a lanzar las pistas con bate. ¡Necesito desahogarme porque mañana es mi puñetero cumpleaños!
1- Odio mi curro. Siempre de aquí para allá y comiendo en cualquier chino. Un día de estos te juro que me las piro...
¡ENHORABUENA, AINDA!
CLARO QUE SÍ, se trataba de "BLADE RUNNER" (1982) de Ridley Scott. Sin duda, una peli alucinante, una de esas pocas en las que todo se une para crear algo grandioso.

Como hoy es mi cumple (¡un año más pero ni un grano menos!), haré montones de galletas. Una especie de tsunami de galletitas chamuscadas para todo el que se quiere pasar por este rinconcito del No Mundo.
Querida Ainda: en tu honor voy a disfrazar a Nosfe (EPD) de la replicante Rachel, en plan siniestro-chic. Se que no está bien disfrazar a un fiambre, pero es mi cumple. ¡Qué diablos!

“Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”.

21 noviembre, 2008

BELLA


Me como un pastel de cumpleaños mientras alguien chapotea en un charco a lo Gene Kelly

Este curso sólo voy un día al psiquiatra. Mi madre dice que no está el horno para bollos, lo cual es pelín desconcertante porque me lo echa en cara como si yo tuviera algún interés en ir. ¡Ella es la que cree que tengo un puñetero trauma por haberme convertido en un adolescente feúcho y vulgar después de haber sido un niño prodigio! Total, mañana me toca consulta y me fastidia mucho porque es mi cumpleaños. La verdad, no me parece justo tener que pasar 45 minutos con un gordo calvo el día de mi cumpleaños. No sé, es un plan verdaderamente patético. ¡Cumplo un año más pero mi vida sigue siendo igual de lamentable! En fin, tendré 17 años pero nada habrá cambiado, ¡ni siquiera mi puñetero acné! A veces me gustaría poder meterme en el cuerpo de otro, ser otro tipo (a poder ser un vigoréxico de esos que les gustan a las chicas). Eso sería genial porque estoy cansado de mí mismo, mi vida es un chiste. Un chiste de esos que te cuentan un montón de veces y al que no le ves la gracia.

Lo cierto es que hay algo que detesto aun más que los chistes sin gracia y ese algo son los merengues. No me refiero al dulce en sí, que tampoco me entusiasma, sino a las pelis sensibleras y blandengues.



Yo creo que una norma básica del cine y de cualquier expresión artística debería ser: NUNCA PERO NUNCA HACER UN PASTELÓN. “BELLA” incumple esta norma básica y, si la cursilería fuera un charco, en esta peli se chapotea en el charco de la cursilería de forma ruidosa y con los dos pies (en plan Gene Kelly, vamos). En esta película se cae en lo sensiblero de un modo espeluznante. Por lo menos hay 20 minutos de lloriqueos (yo soy muy de mirar el reloj de reojo. Me gusta controlar en qué parte del metraje hay un bajón, cuándo empieza a interesarme la peli y cosas así).

El lloriqueo es algo que se desmadra en "Bella" y en cuanto a esto yo tengo mi opinioncilla: No por ver a la gente llorar uno empatiza más con el drama de los personajes. Uno tiene que empatizar porque el guión, la interpretación, etc. nos hayan hecho meternos en la historia e identificarnos con el personaje. En mi absurda opinión, el lloriqueo descontrolado es algo que aleja al espectador o, al menos, a mí me aleja (y de qué forma). Probablemente, las películas que han logrado conmoverme no han tenido torrentes de lágrimas. Lo cierto es que muchas veces una mirada o un solo gesto pueden conmover porque estás metido en la historia y un simple gesto cobra una profundidad escalofriante y un gran dramatismo. El cine del maestro Ozu es para mí un ejemplo de cómo se puede conmover desde la contención.

Por otro lado, el intento de guión fragmentado no lineal me recuerda a la estupenda “21 gramos” donde también hay un guión puzzle en el que van encajando las piezas pertenecientes a un retablo de personajes desolador. Aquí, sin embargo, el efecto queda pelín forzado puesto que el guión es tan simple que se nota que la estructura no lineal es un artificio para dar empaque. Por otro lado, el juego con flashbacks resta tensión dramática ya que en ciertos momentos desorienta por no ser muy afortunado. Siguiendo con ciertos detalles mal escogidos, en mi absurda opinión, el hecho de que en la primera secuencia el coche que sale sea antiguo te sitúa (de forma equívoca) en una época anterior a la que en realidad se pretende representar. De algún modo, eso muestra poca eficacia narrativa. Los elementos con los que se juega en vez de potenciar la tensión dramática, restan efectividad puesto que desorientan y eso aleja al espectador de lo realmente importante, de la historia.



En cuanto a los personajes, debo decir antes que nada que odio a los tíos guapos, cachas y perfectos. Esto es así. Así pues, el prota (hijo de inmigrantes hispanos en Estados Unidos) ya de primeras me cae mal porque es tan perfecto que me da repelús. Al igual que su perfecta familia que de tan feliz parece que vivan en un puñetero musical. No sé, no me creo a esa familia. Todo tiene un tufillo tan falso y tan conservador que tira de espaldas. La chica americana (el elementos disonante en este musical) viene de una familia desestructurada, no es católica ("pobrecilla, si es que no sabe ni santiguarse", nos vienen a decir en un plano del film) y, claro, su vida es un maldito desastre. Suerte que se cruza en su camino nuestro amigo el guaperas y la salva de la perdición, salvándose a la vez a sí mismo al redimirse de aquello que le atormenta.

En fin, el mensaje es realmente irritante, los personajes son tan poco creíbles que a mí me dan risa y parece que en el rodaje se repartía colirio gratis porque todos escurren la espinaca.


Sin embargo, lo que más me fastidia no es el mensaje o la moralina de la película sino la debilidad del guión. Hay secuencias enteramente eliminables porque no llevan a ninguna parte y no aportan nada a la historia. Así mismo, hay un montón de diálogos e incluso secuencias que sólo funcionan como reiteración. La insistencia en mostrarnos la bondad del prota guaperas, que ya nos queda más que clara en las primeras secuencias del film, sólo es comparable a recibir 200 collejas seguidas.

Está claro que siempre hay un mensaje, siempre hay algo que se nos quiere contar pero cuando este mensaje te lo dan a gritos y luego te lanzan un tartazo de merengue a la cara para ver si te has enterado pues resulta que es posible que la cosa te irrite un pelín. La sutileza, la contención y la selección de lo que hay que contar son puntos clave que se deberían tener siempre presentes. De lo contrario, el espectador puede acabar rebozado en un inmenso pastelón y entonces lo único que le apetece es salir cuanto antes porque, aunque el pastel le ha salpicado por todas partes, en realidad, por dentro ni siquiera le ha rozado.


"BELLA" (2006)
Director: Alejandro Monteverde
Guión: Alejandro Monteverde & Patrick Million

20 noviembre, 2008

Nosfe (EPD) se pone tierno

Nosfe me acaba de susurrar al oído (pinchándome con ese bigote loco que tiene) que está encantado de que el No Mundo permita a los amiguetes que estáis al otro lado del charco sentaros en nuestro mullidito sofá azul.
Nos encanta encontraros por estos lares y sabed que, aunque Nosfe parece pelín diabólico (por lo de estar disecado y esas cosillas), en el fondo es un tierno y entre el papel de periódico que tiene de relleno se esconde un corazoncito.

19 noviembre, 2008

Las preguntillas de Nosfe

NOSFE (EPD) quiere saber qué te ha parecido "GOMORRA". Nosfe y yo la vimos este finde (sí, a veces le llevo conmigo al cine, ¿qué pasa?) y creemos que es una peli-documental estupenda con 5 historias muy bien llevadas.
¿Crees que alguna de las 5 historias sobra? ¿Qué opinas del cine de crítica social?¿Crees que la peli tiene un buen ritmo?
Pues eso, que Nosfe lanza estas preguntillas al aire con la esperanza de que le contestéis algo. El pobre está pelín solico...

15 noviembre, 2008

Panchitos y galletitas (XXI)

¡CUIDADÍN, LANZAMIENTO DE PISTAS A DISCRECIÓN! Eh, Señora, ¿le importaría bajar un pelín la cabeza? ¡Ese cardado no hay pista que lo atraviese!

1- Un día J. se sube a un tren. 
2- ¿Recuerda J. los tintes de pelo de C.?

¡ENHORABUENA, EDEL!

Sí, la peli que se escondía acurrucadita tras las 2 pistillas era "Olvídate de mí" (Eternal Sunshine of the Spotless Mind) dirigida por Michel Gondry en 2004 y con un maravilloso guión del gran Charlie Kaufman.

Ésta es una de mis pelis favoritas. Una de ésas en las que no me importaría perderme y, por eso, fue una de mis primeras reflexiones tontorronas.


Edel: Nosfe y yo te esperamos en el sofá azul (mantita de cuadros en el regazo incluida) con unas galletitas de domingo recién horneadas para ti.

12 noviembre, 2008

Transsiberian



No hay absenta, la matriuska está vacía y esto es un puñetero vodevil


Mi amigo, el guaperas, se ha ligado a una chica gótica. La verdad es que no pegan nada porque ella es muy de leer y de ver pelis clásicas y él es más bien de cómics y de American Pie. No sé… todo un misterio qué diablos ha visto la chica Burton en mi amigo. La llamo chica Burton porque escribe cosas del tipo: “siempre quise ser carnicera y encontrar a alguien que adorase la casquería y los cuchillos afilados tanto como yo”.

En fin, el caso es que el sábado pasado nos invitó a una fiesta gótica. Y digo NOS invitó porque le dijo a mi amigo que quería que yo fuera. Se ve que le debo de dar pena o algo así. Será una gótica con buen corazón. Yo qué sé… Lo siniestro no quita lo humano, ¿no?

El caso es que las expectativas eran altas porque eso de “fiesta gótica” tenía en mi mente un halo misterioso muy pero que muy atrayente. Me llevé a Nosfe a la fiesta y a la chica Burton le encantó, claro. Mi amigo, el guaperas, flipaba porque a él le da una grima Nosfe que tira de espaldas, pero la chica Burton no paraba de acariciarlo e incluso le quitó el polvo de los ojillos de cristal (qué detalle, la verdad).


Aparte de esta alegría para el cuerpecillo sin vida de Nosfe, la fiesta resultó una absoluta decepción. Nada de ensoñaciones de absenta ni de mujeres pálidas y de ojos turbios mirándome la yugular y relamiéndose (supongo que mis expectativas se habían desmadrado un pelín). La verdad es que era como una puñetera fiesta de surfistas alcoholizados sólo que nadie estaba bronceado, había menos luz y las ojeras del personal eran más pronunciadas.

Si es que más vale no hacerse ilusiones, no esperar nada, porque de lo contrario acabas siempre decepcionado. Como me pasó con “Transsiberian”, la última de Brad Anderson. La verdad, fui con cierta ilusión a ver esta peli puesto que El Maquinista” me gustó mucho y me pareció una peli valiente y arriesgada pero, lo dicho, otra decepción para meter en mi mochila.

Sinopsis va, sinopsis viene:
Se trata de un thriller ambientado en el mítico ferrocarril que une la Rusia europea con las provincias del lejano Oriente ruso, Mongolia y China. Tras una temporada en Pekín (con una ONG o algo así), una pareja de la América profunda, que de tan buenos son tontos, decide viajar hasta Moscú. La gente que viaja en el tétrico tren es bastante rarita e inquietante y se abren expectativas que luego se ponen blandengues como una galleta danesa en una taza de té. Al poco de empezar su viaje, la pareja entabla relación con sus compañeros de compartimento (una pareja pelín más salvaje. Digamos que son el lado oscuro) y el viaje de ensueño se empieza a convertir en una pesadilla (larga y fría).




La película es un claro homenaje al cine de Hitchcock, incluso tenemos un Mc Guffin (las matriuskas) pero, aunque la intención es buena, el intento es fallido. Hay un lejano tufillo a Hitchcock, que apesta más que Nosfe cuando se moja, y que no llega a ser aroma a Hitchcock en ningún momento.

La excusa sobre la que se monta la historia (es decir, el Mc Guffin) son las muñecas rusas que vertebran la trama y a la vez son en sí mismas una metáfora de un mensaje más profundo y que, de tan evidente, da pelín de repelús. El mensaje es: “Eh, espectador, nadie es lo que parece, todos tenemos secretos, todos escondemos algo”. Y ya con trompetilla se nos dice: “¡¡COMO LAS MATRIUSKAS!!". Pedazo de metáfora, ¿eh? Vamos, que sólo falta que venga Anderson y nos dé un codazo de esos de complicidad y nos guiñe un ojo.

Sin embargo, aparte de que me resulte pelín irritante la metáfora, el caso es que el Mc Guffin en sí mismo destruye cualquier verosimilitud en la trama puesto que no entiendo que alguien que ha robado mucha pero que mucha pasta se arriesgue a llevar encima unas puñeteras muñecas con droga. En mi absurda opinión, esto no tiene sentido y este tipo de cosas me ponen muy nervioso y entonces me empieza a picar todo y quiero levantarme y largarme del cine.



Debo decir que peli tiene un buen arranque con una trama de drogas y robo con asesinato de por medio con el siempre impecable Ben Kingsley, que aquí es un poli siniestro, pero de repente se nos plantan delante una pareja de pueblerinos americanos que a mí me importan un pito y que de tan buenazos me dan ganas de abofetearles. La verdad, como pareja de paletillos con buen corazón, Emily Mortimer y Woody Harrelson están de lo más creíbles. El problema viene cuando tengo que creerme que Emily Mortimer tiene un pasado tenebroso, borrachuzo y salvaje. A la Mortimer me la creo en “Match Point” haciendo de rica tontorrona y en “Lars y una chica de verdad” haciendo de cuñada comprensiva porque esta chica tiene una cara y una forma de moverse y de mirar de buenaza que tira de espaldas. Así que en ese momento ya me empiezan a venir ganas de lanzar la matriuska contra la pared.


La trama policíaca que se inicia en la secuencia de arranque no vuelve a retomarse. No sabemos nada de Kingsley hasta un montón de estaciones después. Vamos que, si se descuidan, Kingsley vuelve a aparecer ya en los créditos finales. Esto hace que la tensión baje porque la trama queda difusa y todo son sospechas que no nos llevan hacia ningún lado y uno se deja llevar por el vaivén del tren, pero la verdad es que, aunque hay mucho traqueteo, el viaje resulta pelín aburrido y uno casi puede quedarse traspuesto en algún momento.

Cuando la pareja de buenazos de la América profunda (Woody y Emily) conocen a sus inquietantes compañeros de compartimento se inicia un desparrame de reacciones absurdas hasta el paroxismo y cambios sin sentido en los personajes que sólo añaden más inverosimilitud a un cocktail que ya no hay quien se trague.



Por cierto, este tren parece el tren de la bruja porque los personajes aparecen y desaparecen por arte de magia. No sé, no me imagino perdiendo a mi pareja (si algún día la tengo. ¡Espero que sí, espero que sí, espero que sí!) en un tren. Hay momentos en los que parece un vodevil porque los personajes entran y salen de escena de la forma más alucinante.

Además, claro, la pareja del lado oscuro que se cruza en la vida de los buenazos es rarita y poco creíble con ganas. Ella sufre mutaciones extrañas en su forma de comportarse que no parecen responder a ninguna explicación y él debe de ser muy pero que muy burro, la verdad.


Ah, el tema erótico-festivo siniestro entre la Mortimer y Noriega es también de lo más inverosímil. Después de perder a Harrelson (como os digo, es un vodevil), Mortimer y la pareja del lado oscuro se hospedan en un pueblucho. A la mañana siguiente se van a hacer turismo a un sitio recóndito que da más mala espina que un crucifijo hacia abajo. Vamos, sólo falta que a Emily la sobrevuele un cuervo con un cartel en la patita que diga: “Esto pinta mal, querida”, pero ni por esas. Ella, coherente con la incoherencia de su personaje, sigue adelante y la cosa, claro, no acaba nada bien. Luego la reacción de Mortimer de no contarle lo ocurrido a su marido ya redondea un personaje que es de lo más inverosímil que he visto en bastante tiempo. No sé, es que, de verdad, no hay por dónde coger a estos personajes porque los cojas por dónde los cojas se te resbalan, se escurren y se caen al suelo espachurrándose en mil pedazos. Son con mucho lo peor de la película y, cuando no te crees a los personajes, te dan ganas no sólo de lanzar la matriuska contra la pared sino de pisotearla con saña.

Resumiendo: El ritmo es irregular. Quizás se podría haber solucionado haciendo aparecer antes a Kingsley pero no es el problema más grave. Lo peor es la incoherencia y la inverosimilitud que es lo único que sirve de abrigo y cobijo a una peli desangelada y pretenciosa que resulta ser una matriuska vacía.

Si tuviera absenta, esta noche Nosfe y yo brindaríamos por Hitchcock y por Edgar Allan Poe porque está visto que para hacer una buena peli de suspense o para crear una atmósfera gótica inquietante hay que ser un verdadero maestro.


Transsiberian (2008)
Dirección: Brad Anderson
Guión: Brad Anderson & Will Conroy

06 noviembre, 2008

Las preguntillas de Nosfe

Dice Nosfe que Emily Mortimer no encaja en el papel de una chica con un pasado salvaje en "Transsiberian". Ya sabéis como es Nosfe de quisquilloso (los fiambres son muy raritos), pero ¿qué errores de cásting os vienen a la cabeza a vosotros?
Contadle a Nosfe al oído meteduras de pata en la elección de actores y así nos echamos unas risas (es un decir, sobre todo para Nosfe -EPD).
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