30 diciembre, 2008

My Blueberry Nights

Una tarta de arándanos con extra de azúcar, un mix psicofónico y una voz hipnótica

La pesadilla navideña empeora mi acné. No es por las comilonas ni los empachos, es por el puñetero estrés. ¡¡Las Chicas de Oro me vuelven loco!! En estas fechas están más efusivas que nunca. Hay gente que se pone tristona en estos días, pero os aseguro que a Las Chicas de Oro no les da por pensar en sus difuntos (o desaparecidos misteriosamente) maridos de forma nostálgica. Todo lo contrario, están pletóricas, llenas de energía. Pasas por su lado y se te eriza el vello y te dan calambrazos. Es algo espeluznante de verdad.

Lo peor con diferencia de estas fechas es el momento en que mi madre me suelta alguna frasecilla del tipo: “Anda, cómprales un detallito para el día de Navidad a las chicas, que ellas te traerán regalos”. ¿Qué diablos se supone que tengo que comprarles a unas sexagenarias que tienen de todo? Y, sobre todo, ¿por qué y para qué? Pues cada año, la misma historia. ¡Es como el puñetero día de la marmota!

Total, que el otro día, mientras miraba algún libro de rollos de esoterismo para Maggie (al final le regalé un CD hecho por mí con un mix de ruidillos misteriosos en plan psicofonías), olí el perfume de mi amiga agorafóbica. Obviamente no podía ser ella. ¿Ella en la FNAC con gente por todas partes? Imposible, claro. Pero, de todos modos, la busqué con la mirada entre la multitud. No había ninguna chica paliducha y con ojos gigantescos así que salí a la calle y la llamé por teléfono porque me dio una especie de apretón, unas ganas irrefrenables de oír su vocecilla. Para mi sorpresa, se puso al teléfono y fue genial oír su voz debilucha y pelín rota. Fue genial de verdad. Estaba tan contento y a la vez tan atontado que no podía seguir buscando los puñeteros detallitos para Las Chicas de Oro y me fui al único lugar en el que me siento a gusto, a la fila 8 de un cine.

Como estaba tontorrón, eufórico, blandengue, taquicárdico y a la vez pelín melancólico (sí, todo al mismo tiempo. En plan mix, como la mezcla psicofónica que preparé para Maggie), pensé que no podía haber mejor elección que una esponjosa tarta de arándanos con extra de azúcar, así que me acomodé en una butaca central de la fila 8 para ver “My Blueberry Nights" de Wong Kar Wai.

Al igual que sus dos grandes pelis, “Happy together” e “In the mood for love”, ésta también tiene una carga hipnótica y una poética visual que embriagan. Sin embargo, a mí me empachó tanta música y tanto plano vacío que no aporta nada, sólo un poco más de azúcar a una tarta ya de por sí dulzona en exceso.

La prota me resulta poco interesante y su viaje introspectivo por la América profunda es como un paseo en coche descapotable. Un viaje en descapotable te despeina, el sol te quema la piel y el viento te acaricia las mejillas pero difícilmente puede cambiarte por dentro si no te bajas del coche. No sé, no me parece que ella pueda sufrir un cambio importante a raíz de lo vivido en su pequeña odisea.

Este es un film en exceso previsible en el que lo que se cuenta tiene poca importancia pues se pone el acento en la belleza del encuadre, en la iluminación, en la fotografía… Así cada plano se convierte en una hermosa postal, en un anuncio de perfume, en algo así como un fotograma coloreado e hipnótico pero pelín hueco.

Quizás la belleza visual de este film y sus cualidades estéticas hacen aún más patente la simpleza y, en mi absurda opinión, el vacío del contenido. Supongo que, de alguna manera, esa perfecta y apetecible porción de tarta de arándanos que Norah Jones devora en el film es en realidad un bellísimo y esponjoso bocado de nada, de aire perfumado.

Yo me quedo con el recuerdo de “Happy together” en el que el talento de Wong Kar Wai se hacía patente no sólo por la belleza y originalidad estética del film, sino también por su buen hacer a nivel narrativo.

De todos modos, “My blueberry nights” es un bellísimo viaje por carreteras sin fin, es un instante hipnótico. Es como oír la voz debilucha y rota de mi amiga agorafóbica. Lo malo es que cuando termina ese instante alucinógeno te das cuenta del vacío.

My Blueberry Nights (2007)
Dirección: Kar Wai Wong
Guión:Kar Wai Wong & Lawrence Block

16 diciembre, 2008

Panchitos y galletitas (XXIV)

¡POR FIN UN PRECOG HA ADIVINADO LA PELI QUE SE OCULTABA, CON ROPA DE CAMUFLAJE Y GAFAS OSCURAS, TRAS LAS PISTAS CHORRAS!


Anímate y dile a Nosfe qué peli se esconde hecha un ovillo.
¡¡CUIDADÍN, LANZAMIENTO DE PISTAS A DISCRECIÓN!!
¡Eh, señora, baje ese moño cardado! Voy a lanzar las pistas con bate.
¡Necesito desahogarme porque la Navidad se me ha caído encima y pesa como un muerto!

1- Hace un frío de la leche y este puñetero flequillo siempre se me mete en el ojo. Por cierto, ¡qué pelazo tengo! Nada que ver con el pelo rizado y feuchillo de mi nuevo amiguete.
2- Yo soy muy de leer por la noche. Debajo de la manta y casi sin luz, así es como suelo leer. Un día de estos igual me quedo ciego, pero habrá merecido la pena.
3- He aprendido 2 cosas: las miradas matan y los cojos no son de fiar.
4- La que se lió un día que mi madre nos llevó a mi amiguete (el del pelo feuchillo) y a mí a comer a un restaurante.
5- Yo voy de duro pero me quedo hecho polvo cada vez que mi madre me visita. En el fondo, soy pelín blandengue.
6- No veas cómo se puso mi amigo un día que le pregunté cómo se pronunciaba su apellido. ¡Qué tío, menudo carácter tiene!
7- Bueno, me voy a sincerar... Por la noche me da por leer cosicas pelín guarrillas.
8- Francia da pelín de miedo estos días con tanto uniforme por las calles.
9- Mi nombre es Julien y algunas veces tengo problemitas de incontinencia urinaria. ¡Nadie es perfecto!

¡¡¡¡¡¡ENHORABUENA, ÓSSCAR!!!!!!!!!!!!!!!!


¡Claro que sí! La estupenda peli que se escondía hecha un ovillito tras las pistas chorras era "Au revoir les enfants" (1987) dirigida por Louis Malle.

Creo que es la primera vez que participas en "Panchitos y galletitas" pero has entrado por la puerta grande en el rincón de honor de los precog. ¡¡¡Ración doble de galletitas recién chamuscadas marchando para ÓSSCAR!!!

10 diciembre, 2008

Madurando en el sofá azul

Hace un par de semanas os conté, en plan confidencia a gritos, que fue mi cumple y algunos amiguetes le susurrasteis a Nosfe que también cumplís años en estas fechas pre-Pesadilla Navideña, así que quiero felicitaros (hoy estoy pelín cariñoso-pegajoso).
Travis, Unamás y Tiff: En el sofá azul tenéis 12 ronroneos eléctricos de Nosfe y una montaña de galletitas recién horneadas.
Madurar en este rinconcillo del No Mundo se hace más llevadero repanchingado en el sofá azul y charlando con amigos (bajo la atenta mirada de cristal de Nosfe).

09 diciembre, 2008

BOLT


A la sombra de unos guantes de látex talla única

Este fin de semana la chica Burton, la que salía con mi amigo el guaperas, me dijo que se aburría con él y que yo le parecía mucho más interesante. Lo soltó así, sin darle mucha importancia, y luego se encendió un cigarrillo. Al principio, claro, creí que era una broma diabólica y que, si yo picaba el anzuelo, en el momento menos pensado acabaría con un cubo de sangre de cerdo sobre la cabeza (lo cual dudo que fuera beneficioso para mi acné). Sin embargo, la sorpresa vino cuando me di cuenta de que ¡hablaba en serio! Me quedé pasmado y, aunque yo soy bastante buen amigo (a pesar de lo locas que están mis hormonas), la verdad es que lo que realmente me echó para atrás fue el recuerdo de aquel beso con mi amiga agorafóbica. Supongo que todavía la echo de menos. Aunque ya no mucho, apenas un par de veces (o quizás 16 ó 18) cada maldito día. Creo que la sombra de aquel beso con guantes de látex aún está muy presente en mí y me preguntó si algún día me podré quitar de encima esta maldición ¡que me impide liberar mis hiperbólicas hormonas adolescentes!

Apabullado ante una situación tan alucinante (está claro que es inaudito que una chica me prefiera a mí antes que a mi amigo el guaperas), me refugié, claro, en la fila 8 de un cine. Fui a ver “BOLT” animado por el recuerdo de la reciente y fantástica “WALL-E” pero, claro, ni todas las chicas del mundo son mi amiga agorafóbica ni todas las pelis de animación son “WALL-E”.

BOLT es algo así como la versión canina y con superpoderes de “El Show de Truman”. La primera secuencia (que se inicia con un plano de un escaparate hiperrealista) promete un alarde técnico y quizás creativo similar al de otras joyas de la animación pero, lamentablemente, BOLT no es una joya sino más bien una simple pulserita de temporada.

BOLT es una película de animación para niños. No tiene varios niveles de lectura ni un guión magistral. De hecho, el guión tiene bastantes agujerillos y problemitas varios. Además, los diálogos y las situaciones son poco ingeniosas. Así que, aunque la idea de arranque es prometedora, no se le sabe sacar partido y el desarrollo de la misma deja mucho que desear.

El planteamiento (o presentación) se hace largo. Es decir, hay demasiadas secuencias en las que se nos muestra a Bolt como superhéroe de ficción. Al espectador ya le ha quedado claro que se trata de un rodaje y sabe que, en realidad, todo eso no conduce a nada. Por tanto, la dilatada presentación se hace reiterativa y pesada. Así pues, el primer punto de giro, que nos lleva al nudo, llega tarde. Se hace esperar demasiado y el espectador, o al menos yo, se cansa. Este punto de giro es el momento en que Bolt escapa del set de rodaje y acaba en el mundo real.


El arranque del nudo es la parte más potente. Hay ritmo puesto que el protagonista, el amigo Bolt, tiene una misión clara: salvar a su dueña-amiga de las garras del malo (ésta es la trama de la serie, claro, pero Bolt cree que es real). El espectador tiene también sensación de que van a pasar cosas, de que se inicia una aventura y, por tanto, se crea interés. Así mismo, es la parte en la Bolt reúne a sus compañeros de viaje: la gatita callejera y la chinchilla obesa (uno de los personajes con más gracia. Sin olvidar a las palomas y al agente de la niña, que no tiene desperdicio). Sin embargo, en vez de crear una serie de aventuras y peripecias para llegar hasta el tipo malvado y salvar a la niña, el conflicto interior del protagonista se hace patente enseguida. Bolt se empieza a hacer preguntas sobre su vida, sus superpoderes, etc. Así pues, el espectador pierde la sensación de que van a pasar cosas en cuanto el protagonista ha perdido el rumbo. Es decir, el prota ya no sabe muy bien hacia dónde tirar y el guión tampoco y entonces el espectador empieza a tener la sensación de que en realidad no está pasando nada. Por ello, el nudo del film acaba siendo flojo y se hace largo y, de nuevo, pesado.

Podría haber sido una road movie llena de situaciones ingeniosas pero no lo es porque el protagonista deja muy pronto de tener claro cuál es su objetivo y no hay una meta clara. Más que una aventura, se trata de dar tumbos y estos tumbos, además, no tienen demasiada gracia.

El desenlace, en mi absurda opinión, está bien resuelto. Es lo que el espectador adulto-adolescente sabe que va a pasar desde el principio, claro, pero está bien resuelto.

No sé, cuando se apagan las luces y me encuentro sentado en la fila 8, yo siempre espero ilusionado encontrarme con otra maravilla como Wall-E pero, precisamente, lo que hace especial a Wall-E y lo que hace especial a mi amiga agorafóbica es que son dos joyas raras y únicas.

"BOLT" (2008)

Dirección: Byron Howard y Chris Williams

Guión: Dan Fogelman y Chris Williams

05 diciembre, 2008

Mi vida es un chiste

Ya empieza la cuenta atrás. Quedan 33 malditos días para que pase la Navidad.
Me aterra que lleguen esas dos larguísimas semanas (de achuchones y pellizcos en las mejillas) en que Las Chicas de Oro campan a sus anchas por casa y yo me siento más bicho raro, si cabe.
Para mí la Navidad es una pesadilla y, por ello, me refugio en el cine (más de lo habitual).
¿Hay alguna peli que os guste ver cuando tenéis un mal día (o, digamos, 15 días horribles)?

30 noviembre, 2008

Panchitos y galletitas (XXIII) "La revancha"

¡Cuidadín, lanzamiento de pistas a discreción!
Os hago saber que, ahora que he cumplido los 17, me he propuesto dejar de ser un blandengue. Os saluda el nuevo Guardián, un tipo duro de la leche.
A ver quién adivina la peli que se esconde tras las pistillas crípticas (a la par que chorras).
Por favor, señor, no intercepte las pistas con su barriga. Venga, hombre, apártese...
1- La chica es muy mona, pero no se sabe sacar partido.
2- Un reparto repletito de caras que serían muy pero que muy conocidas. Entre estos rostros se puede reconocer el de un superhéroe.
3- Esta peli es una muestra de que el ambiente familiar te marca un pelín, quieras o no (¡que me lo digan a mí!).
4- Un niño en una bici puede resultar muy molesto. Sobre todo, si es un bocazas.
¡ENHORABUENA , TAKHISIS!
La peli que se escondía tras la puertecita del desván era "CARRIE" (1976) de Brian de Palma. Una peli divertidísima con la que me identifico mucho pues yo también soy un puñetero bicho raro.


¡Cómo me gustaría tener un poquito de telequinesis! Sólo un pelin, lo justo para hacerme respetar en el instituto.

Querida Takhisis: Nosfe y yo te esperamos en el sofá azul con galletitas recién horneadas, velitas y unos cuantos cuchillos (para crear atmósfera).

27 noviembre, 2008

Panchitos y galletitas (XXII)

¡CUIDADÍN, LANZAMIENTO DE PISTAS A DISCRECIÓN!
¡Eh, señora, baje ese moño cardado! Voy a lanzar las pistas con bate. ¡Necesito desahogarme porque mañana es mi puñetero cumpleaños!
1- Odio mi curro. Siempre de aquí para allá y comiendo en cualquier chino. Un día de estos te juro que me las piro...
¡ENHORABUENA, AINDA!
CLARO QUE SÍ, se trataba de "BLADE RUNNER" (1982) de Ridley Scott. Sin duda, una peli alucinante, una de esas pocas en las que todo se une para crear algo grandioso.

Como hoy es mi cumple (¡un año más pero ni un grano menos!), haré montones de galletas. Una especie de tsunami de galletitas chamuscadas para todo el que se quiere pasar por este rinconcito del No Mundo.
Querida Ainda: en tu honor voy a disfrazar a Nosfe (EPD) de la replicante Rachel, en plan siniestro-chic. Se que no está bien disfrazar a un fiambre, pero es mi cumple. ¡Qué diablos!

“Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”.

21 noviembre, 2008

BELLA


Me como un pastel de cumpleaños mientras alguien chapotea en un charco a lo Gene Kelly

Este curso sólo voy un día al psiquiatra. Mi madre dice que no está el horno para bollos, lo cual es pelín desconcertante porque me lo echa en cara como si yo tuviera algún interés en ir. ¡Ella es la que cree que tengo un puñetero trauma por haberme convertido en un adolescente feúcho y vulgar después de haber sido un niño prodigio! Total, mañana me toca consulta y me fastidia mucho porque es mi cumpleaños. La verdad, no me parece justo tener que pasar 45 minutos con un gordo calvo el día de mi cumpleaños. No sé, es un plan verdaderamente patético. ¡Cumplo un año más pero mi vida sigue siendo igual de lamentable! En fin, tendré 17 años pero nada habrá cambiado, ¡ni siquiera mi puñetero acné! A veces me gustaría poder meterme en el cuerpo de otro, ser otro tipo (a poder ser un vigoréxico de esos que les gustan a las chicas). Eso sería genial porque estoy cansado de mí mismo, mi vida es un chiste. Un chiste de esos que te cuentan un montón de veces y al que no le ves la gracia.

Lo cierto es que hay algo que detesto aun más que los chistes sin gracia y ese algo son los merengues. No me refiero al dulce en sí, que tampoco me entusiasma, sino a las pelis sensibleras y blandengues.



Yo creo que una norma básica del cine y de cualquier expresión artística debería ser: NUNCA PERO NUNCA HACER UN PASTELÓN. “BELLA” incumple esta norma básica y, si la cursilería fuera un charco, en esta peli se chapotea en el charco de la cursilería de forma ruidosa y con los dos pies (en plan Gene Kelly, vamos). En esta película se cae en lo sensiblero de un modo espeluznante. Por lo menos hay 20 minutos de lloriqueos (yo soy muy de mirar el reloj de reojo. Me gusta controlar en qué parte del metraje hay un bajón, cuándo empieza a interesarme la peli y cosas así).

El lloriqueo es algo que se desmadra en "Bella" y en cuanto a esto yo tengo mi opinioncilla: No por ver a la gente llorar uno empatiza más con el drama de los personajes. Uno tiene que empatizar porque el guión, la interpretación, etc. nos hayan hecho meternos en la historia e identificarnos con el personaje. En mi absurda opinión, el lloriqueo descontrolado es algo que aleja al espectador o, al menos, a mí me aleja (y de qué forma). Probablemente, las películas que han logrado conmoverme no han tenido torrentes de lágrimas. Lo cierto es que muchas veces una mirada o un solo gesto pueden conmover porque estás metido en la historia y un simple gesto cobra una profundidad escalofriante y un gran dramatismo. El cine del maestro Ozu es para mí un ejemplo de cómo se puede conmover desde la contención.

Por otro lado, el intento de guión fragmentado no lineal me recuerda a la estupenda “21 gramos” donde también hay un guión puzzle en el que van encajando las piezas pertenecientes a un retablo de personajes desolador. Aquí, sin embargo, el efecto queda pelín forzado puesto que el guión es tan simple que se nota que la estructura no lineal es un artificio para dar empaque. Por otro lado, el juego con flashbacks resta tensión dramática ya que en ciertos momentos desorienta por no ser muy afortunado. Siguiendo con ciertos detalles mal escogidos, en mi absurda opinión, el hecho de que en la primera secuencia el coche que sale sea antiguo te sitúa (de forma equívoca) en una época anterior a la que en realidad se pretende representar. De algún modo, eso muestra poca eficacia narrativa. Los elementos con los que se juega en vez de potenciar la tensión dramática, restan efectividad puesto que desorientan y eso aleja al espectador de lo realmente importante, de la historia.



En cuanto a los personajes, debo decir antes que nada que odio a los tíos guapos, cachas y perfectos. Esto es así. Así pues, el prota (hijo de inmigrantes hispanos en Estados Unidos) ya de primeras me cae mal porque es tan perfecto que me da repelús. Al igual que su perfecta familia que de tan feliz parece que vivan en un puñetero musical. No sé, no me creo a esa familia. Todo tiene un tufillo tan falso y tan conservador que tira de espaldas. La chica americana (el elementos disonante en este musical) viene de una familia desestructurada, no es católica ("pobrecilla, si es que no sabe ni santiguarse", nos vienen a decir en un plano del film) y, claro, su vida es un maldito desastre. Suerte que se cruza en su camino nuestro amigo el guaperas y la salva de la perdición, salvándose a la vez a sí mismo al redimirse de aquello que le atormenta.

En fin, el mensaje es realmente irritante, los personajes son tan poco creíbles que a mí me dan risa y parece que en el rodaje se repartía colirio gratis porque todos escurren la espinaca.


Sin embargo, lo que más me fastidia no es el mensaje o la moralina de la película sino la debilidad del guión. Hay secuencias enteramente eliminables porque no llevan a ninguna parte y no aportan nada a la historia. Así mismo, hay un montón de diálogos e incluso secuencias que sólo funcionan como reiteración. La insistencia en mostrarnos la bondad del prota guaperas, que ya nos queda más que clara en las primeras secuencias del film, sólo es comparable a recibir 200 collejas seguidas.

Está claro que siempre hay un mensaje, siempre hay algo que se nos quiere contar pero cuando este mensaje te lo dan a gritos y luego te lanzan un tartazo de merengue a la cara para ver si te has enterado pues resulta que es posible que la cosa te irrite un pelín. La sutileza, la contención y la selección de lo que hay que contar son puntos clave que se deberían tener siempre presentes. De lo contrario, el espectador puede acabar rebozado en un inmenso pastelón y entonces lo único que le apetece es salir cuanto antes porque, aunque el pastel le ha salpicado por todas partes, en realidad, por dentro ni siquiera le ha rozado.


"BELLA" (2006)
Director: Alejandro Monteverde
Guión: Alejandro Monteverde & Patrick Million

20 noviembre, 2008

Nosfe (EPD) se pone tierno

Nosfe me acaba de susurrar al oído (pinchándome con ese bigote loco que tiene) que está encantado de que el No Mundo permita a los amiguetes que estáis al otro lado del charco sentaros en nuestro mullidito sofá azul.
Nos encanta encontraros por estos lares y sabed que, aunque Nosfe parece pelín diabólico (por lo de estar disecado y esas cosillas), en el fondo es un tierno y entre el papel de periódico que tiene de relleno se esconde un corazoncito.

19 noviembre, 2008

Las preguntillas de Nosfe

NOSFE (EPD) quiere saber qué te ha parecido "GOMORRA". Nosfe y yo la vimos este finde (sí, a veces le llevo conmigo al cine, ¿qué pasa?) y creemos que es una peli-documental estupenda con 5 historias muy bien llevadas.
¿Crees que alguna de las 5 historias sobra? ¿Qué opinas del cine de crítica social?¿Crees que la peli tiene un buen ritmo?
Pues eso, que Nosfe lanza estas preguntillas al aire con la esperanza de que le contestéis algo. El pobre está pelín solico...

15 noviembre, 2008

Panchitos y galletitas (XXI)

¡CUIDADÍN, LANZAMIENTO DE PISTAS A DISCRECIÓN! Eh, Señora, ¿le importaría bajar un pelín la cabeza? ¡Ese cardado no hay pista que lo atraviese!

1- Un día J. se sube a un tren. 
2- ¿Recuerda J. los tintes de pelo de C.?

¡ENHORABUENA, EDEL!

Sí, la peli que se escondía acurrucadita tras las 2 pistillas era "Olvídate de mí" (Eternal Sunshine of the Spotless Mind) dirigida por Michel Gondry en 2004 y con un maravilloso guión del gran Charlie Kaufman.

Ésta es una de mis pelis favoritas. Una de ésas en las que no me importaría perderme y, por eso, fue una de mis primeras reflexiones tontorronas.


Edel: Nosfe y yo te esperamos en el sofá azul (mantita de cuadros en el regazo incluida) con unas galletitas de domingo recién horneadas para ti.

12 noviembre, 2008

Transsiberian



No hay absenta, la matriuska está vacía y esto es un puñetero vodevil


Mi amigo, el guaperas, se ha ligado a una chica gótica. La verdad es que no pegan nada porque ella es muy de leer y de ver pelis clásicas y él es más bien de cómics y de American Pie. No sé… todo un misterio qué diablos ha visto la chica Burton en mi amigo. La llamo chica Burton porque escribe cosas del tipo: “siempre quise ser carnicera y encontrar a alguien que adorase la casquería y los cuchillos afilados tanto como yo”.

En fin, el caso es que el sábado pasado nos invitó a una fiesta gótica. Y digo NOS invitó porque le dijo a mi amigo que quería que yo fuera. Se ve que le debo de dar pena o algo así. Será una gótica con buen corazón. Yo qué sé… Lo siniestro no quita lo humano, ¿no?

El caso es que las expectativas eran altas porque eso de “fiesta gótica” tenía en mi mente un halo misterioso muy pero que muy atrayente. Me llevé a Nosfe a la fiesta y a la chica Burton le encantó, claro. Mi amigo, el guaperas, flipaba porque a él le da una grima Nosfe que tira de espaldas, pero la chica Burton no paraba de acariciarlo e incluso le quitó el polvo de los ojillos de cristal (qué detalle, la verdad).


Aparte de esta alegría para el cuerpecillo sin vida de Nosfe, la fiesta resultó una absoluta decepción. Nada de ensoñaciones de absenta ni de mujeres pálidas y de ojos turbios mirándome la yugular y relamiéndose (supongo que mis expectativas se habían desmadrado un pelín). La verdad es que era como una puñetera fiesta de surfistas alcoholizados sólo que nadie estaba bronceado, había menos luz y las ojeras del personal eran más pronunciadas.

Si es que más vale no hacerse ilusiones, no esperar nada, porque de lo contrario acabas siempre decepcionado. Como me pasó con “Transsiberian”, la última de Brad Anderson. La verdad, fui con cierta ilusión a ver esta peli puesto que El Maquinista” me gustó mucho y me pareció una peli valiente y arriesgada pero, lo dicho, otra decepción para meter en mi mochila.

Sinopsis va, sinopsis viene:
Se trata de un thriller ambientado en el mítico ferrocarril que une la Rusia europea con las provincias del lejano Oriente ruso, Mongolia y China. Tras una temporada en Pekín (con una ONG o algo así), una pareja de la América profunda, que de tan buenos son tontos, decide viajar hasta Moscú. La gente que viaja en el tétrico tren es bastante rarita e inquietante y se abren expectativas que luego se ponen blandengues como una galleta danesa en una taza de té. Al poco de empezar su viaje, la pareja entabla relación con sus compañeros de compartimento (una pareja pelín más salvaje. Digamos que son el lado oscuro) y el viaje de ensueño se empieza a convertir en una pesadilla (larga y fría).




La película es un claro homenaje al cine de Hitchcock, incluso tenemos un Mc Guffin (las matriuskas) pero, aunque la intención es buena, el intento es fallido. Hay un lejano tufillo a Hitchcock, que apesta más que Nosfe cuando se moja, y que no llega a ser aroma a Hitchcock en ningún momento.

La excusa sobre la que se monta la historia (es decir, el Mc Guffin) son las muñecas rusas que vertebran la trama y a la vez son en sí mismas una metáfora de un mensaje más profundo y que, de tan evidente, da pelín de repelús. El mensaje es: “Eh, espectador, nadie es lo que parece, todos tenemos secretos, todos escondemos algo”. Y ya con trompetilla se nos dice: “¡¡COMO LAS MATRIUSKAS!!". Pedazo de metáfora, ¿eh? Vamos, que sólo falta que venga Anderson y nos dé un codazo de esos de complicidad y nos guiñe un ojo.

Sin embargo, aparte de que me resulte pelín irritante la metáfora, el caso es que el Mc Guffin en sí mismo destruye cualquier verosimilitud en la trama puesto que no entiendo que alguien que ha robado mucha pero que mucha pasta se arriesgue a llevar encima unas puñeteras muñecas con droga. En mi absurda opinión, esto no tiene sentido y este tipo de cosas me ponen muy nervioso y entonces me empieza a picar todo y quiero levantarme y largarme del cine.



Debo decir que peli tiene un buen arranque con una trama de drogas y robo con asesinato de por medio con el siempre impecable Ben Kingsley, que aquí es un poli siniestro, pero de repente se nos plantan delante una pareja de pueblerinos americanos que a mí me importan un pito y que de tan buenazos me dan ganas de abofetearles. La verdad, como pareja de paletillos con buen corazón, Emily Mortimer y Woody Harrelson están de lo más creíbles. El problema viene cuando tengo que creerme que Emily Mortimer tiene un pasado tenebroso, borrachuzo y salvaje. A la Mortimer me la creo en “Match Point” haciendo de rica tontorrona y en “Lars y una chica de verdad” haciendo de cuñada comprensiva porque esta chica tiene una cara y una forma de moverse y de mirar de buenaza que tira de espaldas. Así que en ese momento ya me empiezan a venir ganas de lanzar la matriuska contra la pared.


La trama policíaca que se inicia en la secuencia de arranque no vuelve a retomarse. No sabemos nada de Kingsley hasta un montón de estaciones después. Vamos que, si se descuidan, Kingsley vuelve a aparecer ya en los créditos finales. Esto hace que la tensión baje porque la trama queda difusa y todo son sospechas que no nos llevan hacia ningún lado y uno se deja llevar por el vaivén del tren, pero la verdad es que, aunque hay mucho traqueteo, el viaje resulta pelín aburrido y uno casi puede quedarse traspuesto en algún momento.

Cuando la pareja de buenazos de la América profunda (Woody y Emily) conocen a sus inquietantes compañeros de compartimento se inicia un desparrame de reacciones absurdas hasta el paroxismo y cambios sin sentido en los personajes que sólo añaden más inverosimilitud a un cocktail que ya no hay quien se trague.



Por cierto, este tren parece el tren de la bruja porque los personajes aparecen y desaparecen por arte de magia. No sé, no me imagino perdiendo a mi pareja (si algún día la tengo. ¡Espero que sí, espero que sí, espero que sí!) en un tren. Hay momentos en los que parece un vodevil porque los personajes entran y salen de escena de la forma más alucinante.

Además, claro, la pareja del lado oscuro que se cruza en la vida de los buenazos es rarita y poco creíble con ganas. Ella sufre mutaciones extrañas en su forma de comportarse que no parecen responder a ninguna explicación y él debe de ser muy pero que muy burro, la verdad.


Ah, el tema erótico-festivo siniestro entre la Mortimer y Noriega es también de lo más inverosímil. Después de perder a Harrelson (como os digo, es un vodevil), Mortimer y la pareja del lado oscuro se hospedan en un pueblucho. A la mañana siguiente se van a hacer turismo a un sitio recóndito que da más mala espina que un crucifijo hacia abajo. Vamos, sólo falta que a Emily la sobrevuele un cuervo con un cartel en la patita que diga: “Esto pinta mal, querida”, pero ni por esas. Ella, coherente con la incoherencia de su personaje, sigue adelante y la cosa, claro, no acaba nada bien. Luego la reacción de Mortimer de no contarle lo ocurrido a su marido ya redondea un personaje que es de lo más inverosímil que he visto en bastante tiempo. No sé, es que, de verdad, no hay por dónde coger a estos personajes porque los cojas por dónde los cojas se te resbalan, se escurren y se caen al suelo espachurrándose en mil pedazos. Son con mucho lo peor de la película y, cuando no te crees a los personajes, te dan ganas no sólo de lanzar la matriuska contra la pared sino de pisotearla con saña.

Resumiendo: El ritmo es irregular. Quizás se podría haber solucionado haciendo aparecer antes a Kingsley pero no es el problema más grave. Lo peor es la incoherencia y la inverosimilitud que es lo único que sirve de abrigo y cobijo a una peli desangelada y pretenciosa que resulta ser una matriuska vacía.

Si tuviera absenta, esta noche Nosfe y yo brindaríamos por Hitchcock y por Edgar Allan Poe porque está visto que para hacer una buena peli de suspense o para crear una atmósfera gótica inquietante hay que ser un verdadero maestro.


Transsiberian (2008)
Dirección: Brad Anderson
Guión: Brad Anderson & Will Conroy

06 noviembre, 2008

Las preguntillas de Nosfe

Dice Nosfe que Emily Mortimer no encaja en el papel de una chica con un pasado salvaje en "Transsiberian". Ya sabéis como es Nosfe de quisquilloso (los fiambres son muy raritos), pero ¿qué errores de cásting os vienen a la cabeza a vosotros?
Contadle a Nosfe al oído meteduras de pata en la elección de actores y así nos echamos unas risas (es un decir, sobre todo para Nosfe -EPD).

29 octubre, 2008

Ya son 20 y Nosfe se pone tierno (es un decir)

Nosfe y yo nos hemos puesto pelín tiernos al ver que ya son 20 los
"Panchitos y galletitas" que habéis acertado.
Nosfe, con los ojillos vidriosos, me dice que está muy orgulloso de todos los precogs que habéis adivinado las pelis que se ocultaban acurrucaditas tras las pistillas y de todos los amiguetes que os habéis sentado un ratillo en el sofá azul para participar.
Para todos vosotros, de parte de Nosfe y mía, muchas gracias por jugar con nosotros en nuestro pequeño mundo. (Mierda, me está temblando la barbilla. ¡Soy un blandengue!)
ENHORABUENA: Redrum, Jesse, Dix (doble campeón), Edel, Medusa, Tiff (con 6 aciertos en su mochilica y precog por excelencia), Prometeo (campeón por partida doble), Ana, Takhisis, Reckard, Qluraqan, Ainda y Unamás.

27 octubre, 2008

Panchitos y galletitas (XX)

A ver quién adivina qué película se esconde tras las pistillas chorras.
Advertencia para precogs: Dada mi afición a humillarme, llevo un sombrero de papel de aluminio para que no me leáis la mente.
1- Un tipo con acento tejano llega a la ciudad.
¡ENHORABUENA, CAMPEONA TIFF!
¡Ahora mismo tiro a la basura este estúpido sombrero anti-precogs!
"Cowboy de medianoche" (1969), de John Schlesinger, era la estupenda peli que se escondía acurrucada tras la única pistilla que TIff ha necesitado...
Como siempre, te esperan unas galletitas recién horneadas y una sorpresita que verás muy pronto (gentileza taxidérmica de Nosfe).

26 octubre, 2008

Happy-Go-Lucky

Danza contemporánea-performance y yo harto de mi vida sin trama
Ayer por la noche fui a ver danza contemporánea-performance con Maggie y mi madre. Sí, soy como Truman Capote, siempre rodeado de mujeres… El ambientillo era bastante divertido. Chicas con jerseys de rallas y dos coletas y tipos con el pelo revuelto (con ese look despeinado que te lleva 3 horas delante del espejo conseguir), con sus gafas de pasta y esa expresión de tipos interesantes que se frotan la barbilla antes de contestar. También había alguna ex profe de ballet con moño gigantesco, espalda más recta que el palo de una fregona y expresión de examinadora de auto-escuela. Supongo que ya os hacéis una idea. Y en medio de aquel florido público, estábamos Las Chichas de oro y yo. Yo al lado de Maggie, claro, porque sentarme junto a mi madre me hace sentir como un crío y ya es bastante triste no tener plan un sábado por la noche y tener que ir por ahí con tu madre y su amiga, ¿no?

En fin, el espectáculo fue la leche, muy muy bueno, en serio. La ambientación era claustrofóbica y la iluminación, tenue y desquiciante, sólo te dejaba ver a medias lo que ocurría. A mi me encantó, no me enteré de nada porque en estos espectáculos no hay una trama evidente sino que tú te montas tu propia historia y a mí me falta rodaje, pero me gustó de verdad. Aunque hubo un momento en que lo pasé mal: cuando apareció una chica desnuda que se colgaba simulando suicidarse. Entonces tuve que hacer un gran esfuerzo para que mis hormonas no se desmadraran. Pero creo que me comporté como un tipo maduro, aunque Maggie me miraba a veces de reojillo y me sonreía picarona. Ay, qué edad tan mala para ir a ver danza contemporánea-performance


Bueno, supongo que os importará un bledo la aventurilla que os acabo de contar, porque no viene a cuento y no va a ninguna parte… Pues lo mismo me pasó a mí con “Happy-Go-Lucky” de Mike Leigh. Aún me sigo preguntando por qué diablos tenía que interesarme a mí esa película que no tiene trama, ni conflicto. Un film en el que van pasando cosas que sólo sirven para dibujarnos a un personaje que ya queda perfectamente dibujado en la primera secuencia en que ella entra en una librería. Toda la puñetera película es un planteamiento, una presentación. Ella es la misma al principio que al final, ya sabemos cómo es, todo lo que ocurre nos reitera un retrato de un personaje que ya se nos ha más que retratado. ¡Por Dios y la danza contemporánea, yo necesito trama! ¿Que el film tenga una pretensión documental le exime de tener trama? Porque resulta que NO es un documental. Y si, entonces, lo que tenemos es una película, ¿por qué debo interesarme yo por esa historia en la que no pasa nada o en la que pasan muchas cositas pero que no van a ninguna parte? ¿Es toda la peli un puñetero planteamiento? A mí me ha parecido una presentación del personaje continua y reiterativa.




No va hacia ningún lado. Yo veo desde el principio que ella está contenta con su forma de vida, con su amiga, con ser una mujer de treinta años sin pareja que disfruta de su trabajo, de su libertad y así es durante todo el film y todo se reitera y se reitera.

Al principio me daban ganas de levantarme y abofetear a Poppy. Que la verdad, con ese nombre tan estúpido un poco se lo merecía… Después me fue cayendo mejor pero os juro que al principio la hubiera estrangulado. No sé, no creo que una película se pueda aguantar sólo con un personaje con cierta gracia (que os juro que me costó vérsela). Creo que Leigh ha optado por hacer un experimento llamado la no trama y, la verdad, yo no tengo el cuerpo para experimentos y menos cuando me siento en la fila 8 huyendo de mi puñetera vida que ya es un experimento que no va a ninguna parte. Una película necesita una trama, una evolución, ir hacia algún sitio y, si no es así, me voy a ver danza contemporánea-performance con Las Chicas de Oro.

Por cierto, hablando de danza, un personaje memorable de esta no película es la profesora de flamenco.

Happy-Go-Lucky (2008)
Dirección: Mike Leigh
Guión: Mike Leigh

21 octubre, 2008

Las preguntillas de Nosfe

Nosfe, después de su siestecilla de 23 horas, quiere saber cuál ha sido la mejor peli que has visto este año.
Tienes unas 20 horas para contestar a Nosfe puesto que se ha vuelto a quedar frito, nunca mejor dicho.

17 octubre, 2008

Panchitos y galletitas XIX

¡CUIDADÍN, LANZAMIENTO DE PISTAS A DISCRECIÓN!
¡Eh, señor, aparte esa barriga de gelatina que bloquea las pistas!
1- Papel de periódico a modo de cortinas.
2- Un tipo que esconde muchas historias bajo su mostacho.
3- ¿En qué cajón guardas las medias verdes?
4- ¿De dónde diablos ha salido este misterioso Lord X?
¡ENHORABUENA, UNAMÁS!
Sí, sí, sí, la peli que se escondía tras las pistas era "Irma la dulce" (1963) del genial Billy Wilder.

Nosfe y yo estamos a tus pies, querida Unamás y te invitamos a pasarte por el sofá azul a probar el pastel que hemos hecho en tu honor. Es mi primer pastel pero ha quedado bastante curioso, en serio. Anda, échale valor y pruébalo, campeona.

15 octubre, 2008

Las preguntillas de Nosfe

Nosfe está recién aspirado (ni un puñetero ácaro le queda) y se siente un tipo nuevo con toda una no vida por delante. Total, que está pesadísimo (súper positivo, lo cual me pone de los nervios) y más cotilla de lo normal.
El nuevo Nosfe quiere saber si habéis visto ya la última de Mike Leigh. Dice que la protagonista de "Happy" es un personaje como él, una persona que sonríe ante la adversidad (aunque Nosfe nunca pudo sonreír en vida y ahora menos, claro). ¿Qué os ha parecido "Happy"? ¿Un personaje encantador o un personaje al que estrangularías? ¿Os gusta Mike Leigh? En fin, éstas son las preguntillas que Nosfe os lanza hoy libres de ácaros.Por cierto, a mí lo que sí me encanta de Inglaterra es, además de mi amiga Maggie, "Little Britain".

10 octubre, 2008

Panchitos y galletitas (XVIII)

A ver quién adivina qué película se esconde, hecha un ovillo, tras las pistillas chorras.
1- ¡Menuda panda se ha juntado!
2- Una fila de reconocimiento con viejos conocidos.
¡ENHORABUENA, AINDA!
Has sacado de su escondite la peli que se escondía tras las 2 pistillas. Sí, se trataba de "Sospechosos habituales" (1995), una estupenda peli dirigida por Bryan Singer.
Ya tengo en el horno unas galletitas muy ricas a la vez que pelín crípticas. Tenía ganas de cocinar para ti, Ainda. ¡Nosfe y yo te esperamos en el sofá azul, campeona!

09 octubre, 2008

Las preguntillas de Nosfe

Este finde llega un estreno muy esperado, ¡la última de los Coen!
Siéntate en el sofá azul y cuéntale a Nosfe qué te parecen los Coen o ráscale la barbilla y dile
cuál es tu peli favorita de estos hermanitos o, simplemente, suéltale lo que te dé la gana.
ADVERTENCIA: Si hablas mal de sus adorados Coen, ¡puede ser que Nosfe parpadee o mueva el bigote! No te asustes, está disecado pero es que es muy fan...

08 octubre, 2008

ll y a longtemps que je t'aime

Un fraude sin flequillo, una colilla en el andén y un merengue de postre

Maggie, la amiga inglesa de mi madre, se empeñó en que me cortara el pelo. “Un nuevo look te hará un hombre nuevo” me dijo en tono confidencial. El caso es que piqué. Cuando se ponen todas Las Chicas de Oro a darme la lata con algo pues, al final, acabo accediendo por agotamiento.

En fin, que yo antes tenía un largo flequillo tras el que me escondía y tras el que escondía la mayor parte de mi acné y ahora llevo el pelo corto (muy corto y de punta). Bueno, se trata de “un corte estiloso y ligeramente despeinado”, según las Chicas de Oro, pero el caso es que yo me miro en el espejo y veo a un imbécil que no sé quién es. Un tipo que intenta aparentar algo que no es. La verdad, mi flequillo formaba parte de mí, era una seña de identidad. Ya sabéis, yo era ese chaval rarito, larguirucho, con el pelo un poco largo cubriéndole parte de la cara. Ahora es como si fuera en pelotas y no me siento precisamente un hombre nuevo, sino un fraude. Un fraude desnudo y con acné.

Bueno, como suelo hacer, me colgué mi cabreo a la espalda y me largué al cine. Sentado en la fila 8 aún me apartaba con la mano un flequillo inexistente.

Sinopsis va sinopsis viene: Juliette (Kristin Scott Thomas) sale en libertad después de pasar quince años en la cárcel. Durante ese tiempo no ha tenido ningún contacto con su familia, que la rechazó por algo que ella hizo (un secreto que se va desvelando a lo largo del film). Léa, su hermana menor, la acoge en su casa, donde vive con su marido Luc y dos hijas adoptivas. Debido al largo encarcelamiento de Juliette, las dos hermanas son como extrañas y el film es, básicamente, la evolución de esta relación.

Juliette, la mujer fría y extraña, que oculta un terrible secreto y que acaba de salir de la cárcel es un personaje que interesa durante un rato pero las expectativas sobre el personaje se van desinflando y acaban espachurradas en el suelo cuando un planteamiento que podría ser novedoso y arriesgado (quizás recordando a un complejo personaje como el de “La pianista”) acaba tornándose ñoño, previsible, poco valiente y 200 veces menos interesante de lo que prometía.

La evolución de la relación entre las dos hermanas podría haber sustentado un film menos pretencioso y más sincero pero el personaje–fraude acaba estropeando cualquier buena intención.

En fin, una historia que empieza con cierto misterio y con un personaje muy interesante y oscuro que acaba convirtiéndose en algo decepcionante y tedioso.

Además, este film, sin duda rebosante de buenas intenciones, tiene algo así como un sarpullido de tópicos ¡Los tópicos salen por todas partes! La hermana buena es profe de universidad. Es genial, en las pelis francesas TODOS son profes de universidad y súper cultos (no podía faltar una referencia a Eric Rohmer en un diálogo del film, claro. ¿Habrá un libro de estilo del buen intelectual francés?). Además, Léa y su marido han adoptado a 2 niñas (Son una pareja de anuncio: tolerantes, cultos y elegantes a la par que informales). Luego, por supuesto, también está el grupito de amigos, no pueden faltar los amiguetes cultos. Lo que decía, ¡siguen un manual!

En fin, como habréis intuido, me sentí engañado. Resulta que me presentan a un personaje oscuro y me hacen tener grandes expectativas sobre lo que esa mujer oculta y luego todas mis expectativas acaban pisoteadas como una colilla en un andén con una ñoña justificación, una explicación que lo endulza todo y lo convierte en un tartazo de nata y merengue en mi cara.

Aparte de esta gran decepción, debo comentar que me han sobrado secuencias que no llevaban a ningún lado y que me han chirriado varios diálogos, demasiado literarios y pelín petulantes.

No sé, quizás no sea buena idea ir al cine con el cabreo a la espalda. Creo que he sido muy duro con esta peli. En fin, a lo mejor la vuelvo a ver cuando me crezca de nuevo el flequillo, cuando vuelva a ser yo, en vez del fraude que soy ahora.

"ll y a longtemps que je t'aime" (2008)
Dirección: Philippe Claudel
Guión: Philippe Claudel

06 octubre, 2008

Las preguntillas de Nosfe

Nosfe hoy está enfadado con el mundo (más de lo habitual) y quiere saber cuál es la peor película que has visto.
Ya tenemos una pequeña lista de las pelis más odiadas.
Siéntate en el sofá azul y deja tu comentario. ¡Hunde en la miseria alguna peliculilla por la que sientas un desprecio especial!

28 septiembre, 2008

Panchitos y galletitas (XVII)

A ver quién adivina qué película se esconde tras las pistillas chorras.
Advertencia para precogs: Llevo un sombrero de papel de aluminio para que no me leáis la mente.
1- ¡Qué día tan estupendo y qué lugar tan encantador con todas esas casitas con jardín!
2- Todos llevamos dentro un detective deseando salir. Sólo falta encontrar el detonante adecuado y... ¡Zas, ahí está Colombo al ataque!
3- Qué cosas tan raras se ven cuando te escondes en un armario...
4- En el lado oscuro de la ciudad hay una mujer de voz aterciopelada.
5- ¡Qué mal envejecen algunos moteros!
¡ENHORABUENA, PROMETEO!

La peli que estaba acurrucada tras las pistas chorras era "BLUE VELVET" (1986) de David Lynch.

Las Chicas de oro están de luto


¡Vaya fin de semana tristón que me están dando Las Chicas de oro! Un suspiro por aquí, una mirada vidriosa y perdida por allá...
A mí siempre me ha gustado, me parecía un actor estupendo y un buen tipo.
Desde el sofá azul, mis respetos y admiración eterna para el gran Paul Newman.

26 septiembre, 2008

Las preguntillas de Nosfe

Nosfe fija sus ojitos de cristal en una pared vacía y suelta la siguiente pregunta: ¿En qué pelis has visto el Edificio Dakota?
Cuéntale a Nosfe en qué peli has visto alguna imagen del Dakota (no vale decir "La semilla del diablo") y a cambio conseguirás información confidencial sobre el maravilloso mundo de la taxidermia casera.

23 septiembre, 2008

Vicky Cristina Barcelona


Fotos de Barcelona y un granizado de limón con un poco de sal

Al volver de la aventura por rutas salvajes me reencontré con mi amigo, el guaperas, quien me dijo que su veranito de ligoteo por Inglaterra (con el pretexto de aprender inglés, claro) había estado bastante bien. “Como tomarse un granizado de limón en una tarde calurosa, pero nada más” me dijo. Obviamente, ligar con varias chicas de no sé cuántas nacionalidades a mí no me hubiera dejado indiferente pero él dice que ha sido una experiencia de esas que ha estado bien mientras ha durado, pero ya está. No sé, a lo mejor resulta que ser un guaperas no es tan alucinante como parece. Bueno, eso nunca lo sabré. En fin, mi aventura americana con Las Chicas de Oro ha sido de todo menos como beberse un granizado en una tarde calurosa. Creo que recordaré este viaje toda mi vida y, para mi sorpresa, me parece que lo recordaré como algo extraño, único y no sé… incluso hermoso.

Después de charlar sobre nuestras aventurillas de verano nos fuimos al cine. Echaba de menos ir al cine con él y me alegraba de que, después de todo un verano, nada hubiera cambiado entre nosotros. Pedí dos butacas centraditas en la fila 8 y convencí a mi amigo para que viéramos “Vicky Cristina Barcelona” en versión original, pese a su reticencia aduciendo que "estaba hasta las pelotas de oír hablar en inglés".


Lo primero que llama la atención de este film es (dejando mis hormonas a un lado) el narrador. Esa figura pelín molesta y con un texto en ocasiones explicativo hasta el paroxismo que sólo se le puede perdonar al amigo de Brooklyn. Sin embargo, creo que este recurso es justificable pues, aunque a veces te dan ganas de estrangular al ser que emite esa vocecilla omnisciente, lo cierto es que vertebra y ayuda a dar el “tono” del film. Crea unidad a un guión al que se le notan las prisas y la inconsistencia y que parece un trabajo de patchwork con retales (preciosos, eso sí) de Barcelona, Oviedo y Avilés. Así mismo, nos cuenta con descaro los antecedentes de los personajes, lo que les gusta, lo que no y el amigo Allen se ahorra así un trabajo de profundización que, quizás, no hubiera tenido cabida en esta comedia ligerísima que creo que oculta cierta crítica hacia la mentalidad americana. Una mentalidad que, al final, sólo se interesa por lo ajeno de forma anecdótica, por encima.


Sinopsis va sinopsis viene: Dos turistas americanas (de caracteres aparentemente antagónicos) pasan el verano en Barcelona donde conocen a un pintor que incidirá en la vida de ambas. Además, se une al trío un cuarto personaje en discordia, la ex mujer del pintor.

El personaje de María Elena (la ex mujer), interpretado por una muy inspirada y arrebatadora Penélope Cruz, es el que tiene más garra de todo el film. De hecho, la peli se podría decir que empieza con su aparición ya que ella es el conflicto real pues hasta entonces todo era pelín insípido.


Dice Maggie que alguien se hace mayor cuando es consciente de que no es especial. Quizás el bueno de Woody aún se siente especial y por eso no envejece. Me recuerda a Rohmer y a su "Cuento de verano", por ejemplo. Tipos mayores contando enredos de amor juvenil. Sin embargo, a pesar de las apariencias, la frescura de esta comedia está esencial y casi únicamente en la chispa de algunos diálogos y, sobre todo, en el juego del cambio de idioma (español-inglés) entre Bardem y Cruz que añade toda una serie de matices y sorprende al espectador por lo chocante de añadir a una discusión de pareja la dificultad de que tenga que ser en inglés porque hay una tercera persona escuchando. Esto convierte la situación en algo cómico de por sí y se acaba de redondear gracias al talento de Allen y de los actores que saben jugar con el potencial absurdo y cómico de la situación. Esto me recuerda a cuando yo tenía que traducir a Maggie este verano porque nadie entendía su perfecto inglés de la BBC y eso la volvía loca pero yo le decía que no se “panicara” y nos echábamos unas risas. En fin, se ve la maestría de Allen en estas pequeñas cosas, en estos toques de genialidad o de oficio o de las dos cosas. Es evidente que el guión no es ni de largo una de sus mejores obras pero sabe cómo poner un elemento extraño en ciertas situaciones habituales y a partir de ahí crear algo nuevo con diálogos sorprendentes que son, con mucho, lo más destacable de un film muy irregular.

Resumiendo: Es una comedia para pasar un buen rato, no tiene más, es una anécdota, una risa pasajera. Como diría mi amigo el guaperas es como tomarte un granizado en una tarde calurosa. Sin embargo, hay que destacar el oficio de Allen que ha conseguido sacar adelante con maestría un guión poco conseguido y, en mi absurda opinión, poco trabajado ayudándose de buenas interpretaciones y, sobre todo, de la introducción del personaje de Penélope Cruz que es el que pone sal a un hermoso, aunque insípido, paseo por Barcelona.

Recuerdo que durante mis vacaciones con Las Chicas de Oro desayunamos un día en un pequeño pueblo llamado Goulding (en la reserva de los indios Navajos) en Monument Valley, donde se rodaban las pelis del oeste de John Wayne. Un lugar hermoso, de esos que te encojen el corazón. Bueno, pues mientras una guapísima camarera india con largas trenzas y ojos tristes (de la que me podría haber enamorado perfectamente si no fuera porque no conseguiré nunca olvidarme de aquel maldito beso con guantes de látex) nos preguntaba cómo íbamos a tomar los huevos no pude evitar oír la conversación de la mesa de atrás, molesta como una pestaña en la lentilla. Se pasaron toda la media hora que duró nuestro desayuno hablando de dinero, "de cuánto me ha costado esto, de cuánto me darían por aquello". Dinero, dinero, dinero. La sociedad americana me ha parecido profundamente materialista y pelín vacía y creo que eso también se transmite en este film, quizás por debajo pero, desde luego, ahí está. El personaje de Doug, por ejemplo. La sociedad americana (incluso en las dos turistas protagonistas) queda retratada como una sociedad bastante vacía, que se queda en la anécdota, en lo superficial. No sé, en realidad, las dos turistas americanas se vuelven a EEUU como si nada hubiera pasado. Barcelona, lo de fuera, lo que no es su mundo, es para ellas como tomarse un granizado, una anécdota, algo pasajero que, al final, no ha cambiado nada.

Vicky Cristina Barcelona (2008)
(¿Por qué diablos no hay comas? Será que alguien lo ha escrito con mucha prisa).
Dirección: Woody Allen
Guión: El amigo de Brooklyn

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